Juniperpaw's Story

Datos Básicos

·Clan: Clan del Viento
• Explicación del Nombre: Por las flores de ese árbol, rojizas como su pelaje.
      • Nombres Anteriores: Pequeña Enebro/Juniperkit
      • Nombres a Continuación: Ramillete de Enebro/Junipersprig
      • Género: Femenino

      • Datos Extra:
- Es prácticamente ciega.
     
     

Fisico

Es una gatita muy pequeña para su edad, y también muy delgada. Tiene un corto pelaje rojizo atigrado. Sus patas son cortas, por lo que no le otorgan mucha velocidad. Tiene las orejas pequeñas y puntiagudas, y su cola es muy larga. Tiene los bigotes largos, lo que le da un gran equilibrio. Sus garras y colmillos son bastante pequeños, lo que no los convierte en armas peligrosas en caso de confrontamiento, y también le dificulta el acto de trepar. Su liso pelaje siempre está limpio. Padece heterocromía, así que tiene un ojo azul verdoso y otro amarillo.  

Personalidad

Es una gata ante todo pacifista. Detesta cualquier tipo de confrontación, ya sea física o verbal, y hace lo que puede por evitarlas. Es muy tranquila, algunos podrían calificarla como "sosa", pero miles de pensamientos e informaciones pasan a la vez por su mente. Es muy curiosa, y siente la necesidad de saberlo todo sobre todos, sin llegar a ser cotilla, ya que respeta la intimidad de los demás. Siempre parece estar calmada, pero es solo porque se guarda los enfados para sí misma. Aunque no lo demuestre es muy susceptible, y se enfada o entristece con mucha facilidad. Cuesta arrancarle una sonrisa, pero siempre es amable con todos y siente la necesidad de ayudar. Siempre que tiene que tomar una decisión la piensa con detenimiento antes, lo cual puede ser bueno al ser prudente o malo al hacer perder tiempo que puede ser crucial. Es muy inteligente, y sobre todo tiene mucha memoria, ya que aunque pueda parecer algo despistada en el día a día memoriza información con muchísima facilidad. Siempre tiene una opinión para todo, aunque rara vez las dice. Sabe que no está hecha para la batalla. Es muy buena contando historias, sean reales o ficticias. Tiene una voz muy bonita, y tiene un miedo atroz al agua.

Historia

Pluma de Nieve era una guerrera como cualquier otra. Sí, siempre lo fue. Pertenecía al Clan del Viento, y cazaba, patrullaba y luchaba como todos los guerreros del Clan. Pero un día cayó enamorada de Ígneo, un proscrito exiliado del Clan de la Sombra. Ese gato odiaba a todos los Clanes, a todos los guerreros y a todos los gatos que no vivieran por su cuenta. Era un gato desagradable y cruel, sí, y nadie se explica como Pluma de Nieve pudo enamorarse de él, pero así fue.

Al poco tiempo de que ese amor surgiera, Pluma de Nieve quedó embarazada, e Ígneo, sin desear cachorros, desapareció de su vida. Nacieron cuatro cachorros: Pequeño Lobo, Pequeño Cisne,  Pequeño Tempestuoso y la menor, Pequeña Enebro. Esa gatita tardó mucho en abrir los ojos. Tenía problemas de salud, no más graves que un resfriado, pero constantes y problemáticos. Eso le obligó a permanecer en la maternidad más tiempo que el necesario. Eso y su ceguera. La cachorra era casi completamente ciega, y solo podía distinguir luces y formas. Y a pesar de lo que le decían los guerreros y aprendices sabía que nunca podría llegar a ser guerrera.

Eso la convirtió en una cachorra solitaria y apacible. Pudo ver cómo sus hermanos salían de la maternidad convertidos en Zarpa de Zorro, Cisne y Zarpa Tempestuosa. Y ella seguía allí, más sola que nunca como la única cachorra de la maternidad.

Un día, tras una agitada noche, siete lunas después de su nacimiento, Pequeña Enebro se decidió a probar su valía saliendo a intentar cazar su primera presa, con la oportunidad de que así pudiera demostrar que podía ser aprendiza. Naturalmente, debido a sus problemas de vista, le fue imposible. Iba a volver al campamento cuando de repete un olor conocido llegó hasta ella: menta. Recordó lo que le dijo la curandera en una ocasión: servía para curar los resfriados y, a veces, como tranquilizante. Consiguió arrancar unas cuantas hojas y volvió al campamento a la carrera.

Al fin. Tras una larga regañina por parte de su madre acompañada naturalmente, de un castigo. Tras siete lunas de larga espera, iba a ser aprendiza. Pero no una aprendiza cualquiera. Ella no estaba hecha para la vida guerrera, y al fin se había hecho a la idea. Iba a ser la aprendiza de la curandera. Recibió el nombre de Enebro, y orgullosa, se dirigió a su nueva mentora. Sin duda, esas siete lunas de espera habían merecido la pena.